Nota publicada: 2025-11-13
Jerusalén. Las fuerzas israelíes realizaron una ola de demoliciones de edificios residenciales en la ciudad de Gaza desde que se anunció el alto el fuego, el 10 de octubre, al tiempo que Amnistía Internacional pidió a Israel que no apruebe la ley que impondría la pena capital a presos palestinos acusados de “terrorismo”.
Amnistía Internacional subrayó que “no hay forma de endulzar que una mayoría de 39 parlamentarios aprobaran en primera lectura un proyecto de ley que obliga a los tribunales a imponer la pena de muerte exclusivamente a palestinos condenados por el asesinato de israelíes”.
El organismo exigió que el Parlamento no apruebe definitivamente una norma que violaría el derecho humanitario internacional.
La iniciativa, respaldada por el premier israelí y prófugo de la Corte Penal Internacional, Benjamin Netanyahu, fue aprobada el lunes en la primera de tres lecturas.
Analistas señalaron al medio Al Jazeera que la destrucción masiva de infraestructura demuestra que existe una clara intención de hacer que la ciudad de Gaza sea inhabitable, un acto que equivale a una limpieza étnica.
En este contexto, Mohamed Wael Helles, un aventajado estudiante de 14 años que soñaba con estudiar medicina, es uno de los cientos de pacientes que esperan ser atendidos en el maltrecho y saturado sistema sanitario gazatí. Helles fue herido durante un ataque aéreo israelí que lo dejó con una lesión en la médula espinal y parálisis parcial.
El gobierno gazatí informó que seis mil personas sufren amputaciones, de las cuales una cuarta parte son niños, debido a la violencia ejercida por Tel Aviv. También denunciaron la “falta de instalaciones médicas para programas de rehabilitación y de apoyo sicosocial, especialmente para menores que sufren discapacidades desde edades muy tempranas”. En tanto, Israel reabrió “permanentemente” el paso fronterizo de Zikim, al norte de la franja, para permitir la entrada de camiones con ayuda humanitaria, informó el brazo del ejército israelí que supervisa los flujos de ayuda (Cogat) , dos meses después de su cierre.
“La ayuda será transferida por la Organización de Naciones Unidas (ONU) y organismos internacionales, tras las inspecciones de seguridad que realizó la Autoridad de Cruces”, precisaron.
No obstante, la agencia de la ONU para la Infancia (Unicef) advirtió que un millón de jeringas necesarias para vacunar a los niños, refrigeradores solares para almacenar las vacunas, junto con biberones y leche infantil, se encuentran entre los suministros vitales cuyo ingreso impide Israel desde agosto con el pretexto de que podrían ser utilizados con fines militares.
El presidente de Israel, Isaac Herzog, condenó la violencia de colonos contra palestinos en Cisjordania reocupada. Herzog calificó de “asombrosos y graves” los ataques perpetrados ayer y antier por decenas de colonos israelíes enmascarados contra aldeas palestinas, donde incendiaron vehículos y otras propiedades antes de enfrentarse con soldados israelíes.
El mandatario señaló que la violencia cometida por un “puñado” de perpetradores “cruza una línea roja”, y llamó a las autoridades estatales a “erradicar el fenómeno”.
Ejército incauta más de 3.8 hectáreas en Cisjordania
En tanto, el ejército israelí emitió una orden para incautar y confiscar más de 3.8 hectáreas en la ciudad de Beit Ummar, al norte de Hebrón, en Cisjordania reocupada donde varias familias poseen viñedos, almendros y olivos.
Los cultivos, que representan su única fuente de ingresos, ya han sido escenario de agresiones por parte de colonos que incendiaron decenas de árboles en varias plantaciones. En Cisjordania reocupada la cosecha de aceitunas de este año se convirtió en la más violenta desde 2013, cuando Naciones Unidas comenzó a registrar estos ataques.