Elías Quijada

La navidad, como una tradición histórica, aporta elementos propios para fortalecer la identidad mexicana, la cual permite un sentido de pertinencia en los núcleos familiares, sociales y del entorno cultural, consideró Gustavo Lorenzana Durán, profesor investigador del Departamento de Historia y Antropología de la Universidad de Sonora.

En entrevista, dijo que la palabra “navidad” proviene de “nacimiento” y desde la religión predominante en México que es católica cristiana, representa la llegada de Jesús al mundo en forma de hombre y, en ese sentido, se reafirma la cultura por medio de las tradiciones que se conservan y que son transmitidas de generaciones, quienes les van dando su propio significado.

Reconstruye el tejido social

Aseguró que, si las personas que profesan la religión plenamente según los preceptos sería otro tipo de sociedad la que viviéramos, lo cual, no sucede a partir de una cierta edad que se puede tomar decisiones al decidir profesar o no una religión, pero de forma positiva sí contribuiría a reconstruir el tejido social que en el contexto actual esta dañado por factores que golpean a las familias mexicanas.

“Este tipo de tradiciones pueden permitir, en un momento determinado, reconstruir el tejido social, viéndolo, precisamente, como este desarrollo histórico de nuestro país y, fundamentalmente, del aspecto cultural, partir de lo cual puede tener un beneficio en el entorno, cuya vigencia nos da cuenta que efectivamente hay una razón de ser, más allá de lo que hemos caído en este momento sobre la comercialización del evento”, especificó.

Explicó que, al trasladar la tradición de la navidad a nuestro barrio, estamos integrando a la comunidad, haciendo posadas o las escalas que hicieron José y María, donde los vecinos son unidades receptoras y se va transmitiendo a generaciones futuras, entonces, sí se está dando el sentido de cohesión social y reconstruyendo un tejido.

Parte de la cultura

Al abordar el concepto de posada, parte fundamental que fomenta la cohesión social son las piñatas, pues cubren la función de la convivencia entre las diferentes generaciones entorno a un evento que tiene como origen religioso; sin embargo, cuando se habla de baile y contexto que se manifiestan en la actualidad se entiende que es el aprovechamiento para la diversión de los adultos.

“Es muy similar el convivio de las posadas a otras regiones porque son prácticamente parte de la cultura nacional y son de la misma matriz que es la presencia española, incluyendo las tradiciones de otros países, entonces permitir que ese tipo de festividades se puede llevar a cabo con características específicas, como podría ser el caso de las piñatas, es decir, se utiliza lo que va a ser la característica inherente a cada uno de los países que formaron parte”, agregó.

Comentó que no se sabe si las siguientes generaciones van a seguir con este tipo de festividades, pero, para ello es relevante que desde niños se incluyan a este proceso de celebración, aunque, una cuestión que se observa es que los niños que están naciendo a partir del año 2000 ya están más vinculados con los aparatos tecnológicos y ellos se reducen a un poco o nula convivencia o relaciones sociales.

“Independientemente de eso, también, como parte de este proceso de educación que se debe de llevar a cabo tanto en las familias como en la escuela, se tiene que seguir inculcando este tipo de tradiciones y decirles el porqué es importante continuar con ese tipo de tradiciones, tanto en lo individual, la familia, grupo, la comunidad y la sociedad”, sostuvo.