Don Francisco “nieves” Cázares Zazueta y Doña Maclovia “coba” Alcántar Navarro emigraron de Huatabampo a Bacobampo con sus hijos a mediados de los sesenta del siglo pasado. Don “nieves” (de la mejor tradición de carroceros de calidad en Huatabampo, de la que formaban parte sus hermano Mario y Arnulfo y sus cuñados Saturnino “Sato” y Ricardo “Cayo” Alcántar, Martín Navarro, así como Felizardo “dire” Valdez, Cuco Suárez y Humberto Barreras) se fue a probar suerte en su oficio a invitación de su compadre Joaquín Arana, de la tortillería “El volcán”, que le hablaba maravillas del despegue económico del rico valle agrícola donde está enclavado Bacobampo(en terrenos del ejido san Pedro) -de siempre comisaría de Etchojoa- y la abundancia de trabajo que el llamado boom de la agricultura que casi 25 mil hectáreas de riego de muy buena calidad organizadas en ejidos le generaba, a diferencia de lo competido que estaba su oficio en Huatabampo, donde no le estaba yendo muy bien, y por ello decidieron emigrar para tratar de garantizar una mejor vida para sus once hijos, de los cuales Alfredo y Dagoberto, los mayores, ya despuntaban como aspirantes a ingresar a la normal rural de “El Quinto” para graduarse profesores. Etchojoa aunque no lo presuma, cuenta con más tierra de riego que Huatabampo y Navojoa juntos.
Fue por esos años y por ellos que conocí Bacobampo.  Me impresionaron sus profusamente verdes paisajes así como el tamaño de sus árboles y grandes alamedas, que quizá por encontrarse a la ladera oeste del río Mayo y que cuando -ahora muy rara vez- se llena de agua le da una mayor concreción al paisaje natural. También impresionaban la plaza del lugar y las antiguas escuelas, el cine río, el viejo casco de la ex hacienda de los Salido, así como el camino pavimentado que sale de Bacobampo para atravesar el valle agrícola para conectarse con Cajeme y Benito Juárez, uno de los primeros en Sonora que en su tiempo les prometiera -y les cumpliera- el gobernador Ignacio Soto. Junto con el Sahuaral y Basconcobe, Campo León, Las playitas y la Colonia Talamante forman el entorno de intercambio diario en todos los órdenes con Bacobampo (culebra en el agua en el dialecto), la comisaría más grande de Etchojoa que por estos años registra más de 20 mil habitantes.
Un segundo encuentro con esa comunidad fue cuando sólo existía la preparatoria regional sur de la UNISON, ubicada en Navojoa y para cinco municipios. Estudiantes de Bacobampo tenían que competir afanosamente por un espacio con los jóvenes de Huatabampo, Navojoa, Álamos, lo que fue Villa Juárez y la cabecera municipal de Etchojoa. Ahí nos familiarizamos con los apellidos Aguilera,Beltrán, Millanes, Mendívil, Valenzuela, Rochín, Verdugo, y con nombres tan peculiares como Filadelfio, Lindorfe y Vitelio.
Eran tiempos difíciles de idas y venidas en camión en el mismo día, pero que con sacrificios y mucho esfuerzo forjaran personajes típicos.
Por ejemplo, Bacobampo ya dio un rector de la Universidad de Sonora (Manuel Rivera Zamudio), un tesorero estatal (Ovidio Pereyra), un Procurador de Justicia (Horacio Valenzuela), un diputado federal (Juan Manuel Verdugo),un coordinador de giras presidenciales (Nahúm Acosta Lugo).Presidentes municipales como Tomás Ramírez, Pancho Márquez, Pancho Mendívil Austin, Manuel Borbón Pablos, Guillermo Ariyoshi, y el último Salvador Valenzuela. Diputados locales como Ariyoshi, María de Jesús Valenzuela Torres, Borbón Pablos y Toño Leyva Duarte. La pregunta obligada: ¿Quién de todos los personajes mencionados en el tiempo ha hecho más por su comunidad?. Se cruzan apuestas.
También ha sido semillero de artistas como Humberto Fuentes, Raúl Lerma y Manuel Rodrigo “El Yaqui”-que ahí creció- así como a una diversidad de liderazgos agrarios como Doroteo Beal Ortega y Manuel Salazar que en la historia reciente alcanzaran renombre a nivel estatal y regional por su combatividad y la trascendencia de sus acciones sociales y políticas.
Sin embargo, algo ha pasado en su vida comunitaria que ahora, en pleno 2008 Bacobampo parece haber perdido el lustre del pasado y aparece como una comunidad avejentada, cansada, desencantada y sin muchos ánimos sociales y políticos ante la acumulación de problemas y rezagos que se le notan -y se le han juntado- por doquier: vicio, basura acumulada sobre sus calles y banquetas, pavimentos en muy mal estado o semi destruidos, basureros a flor de piel y sin ninguna regulación urbana, y desorden por los tiraderos de basura y la contaminación del río que se observan en las principales entradas tanto de Etchojoa como de Navojoa y los caminos que lo comunican con Campo España, Basconcobe, Chucárit, San Pedro y El Rodeo.
La gente de Bacobampo se queja también de flagelos peligrosos como el vicio y las drogas, que con el tiempo han ganado espacio y generado impactos en la mayoría de la población joven. Es común a distintas horas del día, divisar entre sus calles a personas tratando de mantenerse en equilibrio, casi perdido por los excesos en el consumo de alcohol (en Bacobampo funcionan 23 lugares entre cantinas y expendios; uno por cada 700 habitantes aprox.).
Al tratarse básicamente de una comunidad de asalariados del campo, que semanalmente al rayar le dedicaban una buena parte de su salario al consumo de bebidas alcohólicas, los conflictos sociales y familiares, la especulación, el agiotismo y el rentismo agrario proliferaron y se enraizaron en la comisaría lo que los metió en una seria interrogante existencial. ¿Porqué pobres si somos ricos?. Los problemas del desarrollo de comunidades ricas en recursos naturales y pobres en desarrollos social como Bacobampo, con hospitales deficientes, sistemas de agua potable que funcionan a la mitad de su capacidad, altos niveles de consumo de drogas entre los jóvenes, propensión a las epidemias por el mal tratamiento de las basuras y las aguas contaminadas, así como una alta incidencia de cáncer, diabetes e hipertensión arterial entre sus habitantes, es algo que debe revisarse a fondo por la contradicción en sí misma que condena a los jóvenes de dichas comunidades a perpetuar los problemas y en apariencia no ver la luz de las soluciones en el corto plazo.
 ¿Porqué con tanta riqueza agrícola que la rodea, la comisaría muestra preocupantes índices de pobreza y marginación?.Dejando a lado las interpretaciones facilonas y ligeras:¿donde exactamente se le atoró el progreso a Bacobampo?. Sus residentes afirman que al faltar el crédito agrícola apareció el rentismo y con éste la concentración de la tierra en muy pocas manos no propiamente de la comunidad, lo que dio paso a que la riqueza generada en sus tierras saliera de Bacobampo. También acusan una mala transición de la reforma del 27 constitucional que ha propiciado la transformación de propietarios en peones de la agricultura.
¿Qué hacer por Bacobampo? Creo que los primeros en saberlo -y recomendarlo- serán los habitantes de esa notable, histórica y apreciada comunidad que tantas nostalgias despierta en sus naturales que habitan en otras regiones y tantas preocupaciones muestran por el atraso que vive su comunidad. Lo que sí es una realidad es que Bacobampo requiere de la atención urgente de los gobiernos en todos los órdenes y de la organización de su sociedad para que participe en la solución de sus propios problemas. No puede ser que la apatía, la sola crítica y el desencanto le ganen la carrera a las soluciones. Bacobampo es y ha sido grande, pero requiere del apoyo de todos los que lo presumen, de quienes dicen quererlo, de quienes lo admiramos y de quienes ahora observan con un dejo de tristeza y nostalgia su atraso. Por fortuna hay alternativas, y eso lo hace más interesante.