Cada temporada navideña, muchas películas “estadounidenses” que vemos en televisión o plataformas no se graban realmente en Estados Unidos, sino en Canadá, especialmente en provincias como British Columbia y Ontario. Esto se debe a varias ventajas logísticas y económicas que ofrece el país norteamericano vecino. 

Una de las razones principales es el ahorro de costos. Canadá ofrece generosos incentivos fiscales y créditos tributarios tanto a nivel federal como provincial para producciones cinematográficas, lo que puede reducir significativamente los gastos de rodaje y personal. Estas ventajas económicas permiten a los estudios estirar mejor su presupuesto sin sacrificar calidad. 

Además, las ciudades y paisajes canadienses pueden simular fácilmente poblaciones y entornos estadounidenses tradicionales, como pueblos nevados o barrios pintorescos, lo que ayuda a crear las atmósferas clásicas de las historias navideñas sin necesidad de viajar a locaciones concretas en EE.?UU. 

Otro factor es la infraestructura establecida: Canadá cuenta con personal técnico experimentado, estudios, equipos, servicios de producción y facilidades que hacen más eficiente el proceso de filmación. Esto atrae particularmente a proyectos de bajo presupuesto o producciones con plazos ajustados. 

Finalmente, la proximidad geográfica y cultural entre ambos países facilita la logística y permite que muchas producciones cumplan con las expectativas estéticas del público estadounidense, mientras aprovechan condiciones más favorables para la industria cinematográfica. 

En conjunto, estos factores explican por qué Canadá se ha vuelto un lugar predilecto para rodar las películas navideñas que vemos cada año en televisión y plataformas digitales.