Nota publicada: 2025-11-04
Hay docentes que deciden mirar distinto, terapeutas que cuestionan lo establecido y familias que siguen tocando puertas.
El próximo viernes, todas esas voces se reunirán en el Encuentro Iberoamericano de Autismo 2025, que por primera vez se realizará de forma presencial en el Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Organizado por la fundación Iluminemos por el Autismo, el congreso reunirá a especialistas, familias y personas con autismo de distintos países para compartir herramientas y experiencias que impulsen la inclusión en la vida cotidiana.
Después de cinco ediciones virtuales, el evento vuelve al encuentro cara a cara, convencido de que el cambio empieza en la escucha.
Para Gerardo Gaya, fundador y presidente ejecutivo de la organización, la información sigue siendo la llave para transformar realidades.
La información es la clave. Permite actuar con mejores perspectivas y acompañar mejor a nuestros hijos”, afirma. “Pero si a las instituciones públicas el tema no les interesa, ¿qué nos queda como sociedad?”, cuestiona
Gaya explica que el encuentro reunirá a más de 300 asistentes presenciales y reconocidos ponentes internacionales, entre ellos Edu Sotelo, Dafne Santana, Leonardo Caracol, Alejandra Aceves, Paola Lemus y el doctor Carlos Marcín, quien será reconocido por sus 50 años de trayectoria en la atención del autismo.
CONOCER PARA INCLUIR
El profesor Edu Sotelo, de Argentina, lleva dos décadas trabajando con personas con autismo en escuelas y centros deportivos. Su lema —Conocer para incluir, comprender para conectar— resume la esencia del congreso.
La mayor barrera sigue siendo la desinformación”, advierte. “Cuando acercamos conocimiento, las personas bajan sus prejuicios y se abren a dar oportunidades. Lo que necesitamos son escuelas que alojen, que escuchen, que vean las capacidades antes que los desafíos.”
Sotelo sabe que la inclusión no se enseña en los libros, se construye en el aula: en la paciencia, en la confianza y en los gestos pequeños que abren puertas. “Estamos al servicio de nuestros estudiantes. Y cuando un niño con autismo logra sentirse seguro, se comunica, aprende, sonríe. Eso cambia todo.”
MIRAR MÁS ALLÁ DE LA CONDUCTA
La terapeuta ocupacional Dafne Santana, certificada en Integración Sensorial por la Universidad del Sur de California, lleva su reflexión a otro nivel: la inclusión empieza en el cuerpo.
El autismo no puede entenderse sin mirar lo sensorial. Las conductas que observamos son apenas la punta del iceberg”, plantea. “Debajo están los desafíos de procesamiento que desregulan emocionalmente y dificultan la conexión con el entorno.”
Desde su experiencia, muchas de las reacciones que los adultos etiquetan como “berrinches” son en realidad respuestas de saturación sensorial. Por eso, su ponencia estará dedicada a mostrar cómo crear entornos sensorialmente amigables en casa y en la escuela.
Lo que es bueno para ellos no es malo para nadie. Diseñar entornos más amables es diseñar sociedades más empáticas”, afirma.
Dafne recuerda el caso de una niña que transformó su aprendizaje con simples ajustes: cambiar el uniforme, reducir la iluminación, eliminar ruidos de fondo. “Pasó de aislarse a participar, escribir y disfrutar con sus compañeros. Fue el entorno el que cambió, no ella.”
OTRAS MIRADAS, UN MISMO PROPÓSITO
El congreso también abrirá espacio a temas como la salud mental, la inclusión universitaria, la autonomía alimentaria y la voz de las familias cuidadoras.
Entre las ponencias más destacadas se encuentran El paradigma de la neurodiversidad y la reivindicación de la discapacidad, Del plato a la participación: cómo favorecer la autonomía alimentaria en el autismo, Políticas públicas para la atención del riesgo suicida en autistas, Cómo estructurar un aula educativa para personas neurodivergentes y autismo y universidad: inclusión y profesionalización.
Entre todas las miradas, el mensaje es común: la inclusión no se decreta, se construye cada día, en cada aula, en cada casa y en cada vínculo.
UN ENCUENTRO PARA CONSTRUIR COMUNIDAD
El encuentro no será solo un foro académico, sino una experiencia de aprendizaje colectivo. A lo largo de la jornada se abordarán temas como el diagnóstico temprano, la inclusión educativa y laboral, la salud mental y los derechos humanos.
Además del programa presencial del 7 de noviembre, el congreso ofrecerá una versión virtual del 12 al 14 de noviembre, con más de 100 ponencias on demand para quienes no puedan asistir.
Queremos que cada participante salga con la certeza de que puede hacer algo para cambiar el mundo. La verdadera inclusión empieza cuando todos decidimos comprometernos con lo que vemos”, concluye Gaya.