Nota publicada: 2025-10-10
Un terremoto de magnitud 7.4 golpeó Filipinas este viernes, dejando un saldo inicial de al menos seis muertos y decenas de heridos. El sismo se sintió con fuerza en diversas provincias costeras e interiores, generando pánico entre la población y provocando daños en viviendas, vías y servicios públicos.
Las autoridades locales informaron que la mayoría de los fallecimientos ocurrieron por colapsos parciales de viviendas y desprendimientos de muros en zonas rurales donde la construcción no soportó el temblor. En algunas ciudades, los residentes salieron de sus casas en plena noche para resguardarse en calles y plazas.
Reportes oficiales también mencionan cortes de energía eléctrica, daños a carreteras secundarias, fallas en el sistema de agua y comunicaciones interrumpidas en regiones montañosas. Equipos de rescate se desplegaron rápidamente para buscar personas atrapadas entre escombros y coordinar atención médica urgente para los lesionados.
El Servicio Geológico de Filipinas ubicó el epicentro en una zona costera, lo que también activó la alerta por posibles réplicas y riesgos de deslizamientos en áreas con pendientes pronunciadas. Hasta ahora, no se ha emitido una alerta de tsunami nacional, pero las autoridades mantienen vigilancia en las costas cercanas.
Los gobiernos locales han declarado estado de emergencia en las provincias más afectadas y han movilizado recursos para brindar refugio, alimentos y atención médica a quienes perdieron techo, sufrieron daños o quedaron aislados. La prioridad es estabilizar la situación humanitaria mientras se evalúan daños y se activa un plan de reconstrucción gradual.