Nota publicada: 2025-02-05
Hermosillo, Sonora, 5 de febrero de 2025.- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, nuestra Carta Magna, fue de avanzada en 1917 y lo sigue siendo por su carácter reformable que permite adecuarla a las circunstancias que surjan de acuerdo al tiempo y la realidad social, consideró el académico Héctor Guillermo Campbell Araujo.
Sin embargo, el jefe del Departamento de Derecho de esta casa de estudios, comentó que esta circunstancia ha propiciado un exceso de reformas por parte de los legisladores.
A propósito del 108 Aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, este 5 de febrero, el docente recordó cómo es que en los años 60 surgieron las demandas de liberación femenina, como ejemplo, y se reformó la Constitución para adecuarla con la igualdad del varón y la mujer ante la ley.
“Posteriormente, surgió la necesidad de reconocer los derechos de los niños, niñas y adolescentes y se puso en la Constitución el Sistema para Niños, Niñas y Adolescentes; y luego se reconoció la deuda ancestral que teníamos con los pueblos y comunidades indígenas y se hicieron las reformas necesarias para incluirlos en la Constitución y así siguieron otros como el Derecho Ambiental y de los más recientes, la protección de los animales que se subió a rango constitucional”, señaló.
Campbell Araujo resaltó que todas estas reformas constitucionales han respondido a las demandas sociales y ello justifica el hecho de que sea reformable, solo que ahora, es necesario establecer medios de control, porque hay estudiosos que dicen que tenemos un exceso de reformas.
Trabajo del Poder Legislativo
En este contexto, el docente universitario explicó que tiene mucho que ver el hecho de que el Poder Legislativo es el único que tiene periodos de receso, exclusivos para estudiar, analizar y consultar proyectos de Ley que luego someten a votación.
“Eso justifica los recesos y lo periodos ordinarios de trabajo de los legisladores, y no evita la sobreproducción de leyes y/o modificaciones y, como en México siempre ha habido un régimen que ha controlado el poder Ejecutivo y el Legislativo al mismo tiempo, pues se ha caído en la tentación de hacer reformas y periodos extraordinarios de sesiones”, apuntó.
Por estas circunstancias, añadió, es necesario establecer medios de control pues la cantidad de diputados por partido le permite arrasar con las votaciones en su momento y lograr las reformas que se proponen como grupo político.
Recordó que en el sexenio anterior se hicieron modificaciones que incluso desatendieron lo establecido en la Constitución porque se aprobaron en el Congreso con leyes secundarias y la Carta Magna no se puede hacer así, aunque algunos juristas consideran que esto no demerita la validez constitucional, pero si las están limitando.
Lo más importante, consideró, es que el pueblo de México, desde 1917 hasta la fecha, continúa invocando a la Constitución, “sigue siendo la misma, modificada, pero es la misma a la que se le han ido poniendo correcciones, parches o remiendos, pero bien o mal, sigue siendo aceptada”.
Todo sistema político
El jurista y académico universitario recordó que siempre ha habido un régimen que controla el Poder Ejecutivo y el Legislativo al mismo tiempo porque representan la mayoría y siempre toman las decisiones aplicando la llamada ‘aplanadora’.
Dijo que esta es una razón muy importante para establecer medios de control para la acción de inconstitucionalidad que se ve ante la Suprema Corte de Justicia y, aunque ya no existe, la acción constitucional, sí prevalece.
“¿Cuál es el quid del asunto ahorita que la corte está en proceso de transición?”, cuestionó y dijo que el sexenio anterior se esforzó por hacer reformas constitucionales con leyes secundarias en los casos de la Guardia Nacional e INE, lo que es anticonstitucional, pues la Constitución no se puede hacer con leyes secundarias.
“Pero la mayoría legislativa, una sola fuerza política y el control del Estado, logró reformarla dejando por fuera los medios de control”, añadió.
Héctor Guillermo Campbell reiteró que esta forma de actuar puede provocar un exceso de reformas o reformas a modo.
“Hay leyes que se han hecho por control político, unas necesarias y otras no, aunque lo importante de nuestra Constitución es que sea reformable para adaptarla a las necesidades de la sociedad.
“Nuestra Constitución sigue siendo la misma, la misma, no es otra; se le han ido poniendo correcciones, parches o remiendos, pero bien o mal, ha sido aceptada, sigue siendo reconocida y, sigue funcionando”, apuntó.