Nota publicada: 2024-11-17
El Síndrome del impostor
En el campo de la medicina, donde la experiencia y la confianza son primordiales, dos fenómenos psicológicos, el síndrome del impostor y el efecto Dunning-Kruger, a menudo se entrecruzan e influyen en las experiencias de los profesionales de la salud. Comprender estos fenómenos y la diferencia entre el conocimiento real y el percibido, es crucial para fomentar la autoconciencia, promover el crecimiento profesional y mejorar la atención al paciente.
El efecto Dunning-Kruger, nombrado así por los psicólogos David Dunning y Justin Kruger, se refiere al sesgo cognitivo en el que las personas con conocimientos o competencias limitadas tienden a sobreestimar sus habilidades. O en palabras más simples: ser ignorante de tu propia ignorancia. La sobreconfianza puede desencadenar el efecto Dunning-Kruger, mientras que la autocrítica excesiva puede conducir al síndrome del impostor. Este último se caracteriza por sentimientos persistentes de inadecuación y autoduda, incluso cuando el éxito y la competencia son evidentes. Los profesionales de la salud que experimentan este síndrome a menudo atribuyen sus logros a la suerte o a factores externos en lugar de reconocer sus propias habilidades. Esta tendencia es especialmente común en individuos altamente capacitados. El escritor Shane Parrish en su libro Clear Thinking describe perfectamente la interacción entre la autoconfianza, el autoconocimiento, el ego y la humildad que tienen lugar en estos dos fenómenos psicológicos: La confianza en uno mismo es lo que te capacita para tomar decisiones difíciles y desarrollar autoconocimiento. El ego intenta evitar que re conozcas cualquier deficiencia que puedas tener, mientras que la confianza en uno mismo te da la fuerza para reconocer esas deficiencias. Así es como se desarrolla la humildad. La confianza sin humildad es generalmente lo mismo que la sobreconfianza. Esta última representa una debilidad, no una fortaleza. Las personas seguras tienen la fortaleza para admitir debilidades y vulnerabilidades, para reconocer que otras personas pueden ser mejores en algo que ellos y para pedir ayuda cuando la necesitan. Si bien el síndrome del impostor y el efecto Dunning Kruger no son trastornos mentales oficialmente reconocidos, pueden estar asociados con el narcisismo y la ansiedad. ¿Qué podemos hacer para superarlos? Reconocerlos en uno mismo, es el primer paso. El polémico caso de Marilyn Cote en Puebla que promovía su consultorio como Neuropsychology Clinic Marilyn Cote y se presentaba como psiquiatra con varios premios y estudios internacionales. Además, destacaba menciones a Harvard y a la Universidad de Oslo. En sus anuncios aseguraba que era capaz de curar la depresión en siete días y recetaba a sus pacientes medicamentos controlados, por lo que ponía en riesgo su salud ante los efectos de una medicación que no necesitaban. Promocionaba sus servicios de psiquiatría en México y Estados Unidos, además de presumir de tener un doctorado en neurociencias. Se volvió viral al descubrir que si cuenta con estudios, pero no de psiquiatra. Según los registros de la Secretaría de Educación Pública de México, Cote cuenta con una licenciatura en Derecho por la Universidad Autónoma de Puebla. Después, estudió una maestría en Criminalística en el Colegio Libre de Estudios Universitarios. En 2015 completó el doctorado en Psicología en la Escuela Libre de Psicología. Cote cuenta con un número de cédula profesional para cada una de estas titulaciones, pero ninguno de ellos es el que ponía en su recetario con el que expedía las recetas. La cuenta en X, antes Twitter, de @Charlatanes Médicos fue quien denunció a Cote. La cuenta, llevada por un médico, ya había expuesto a otros profesionales hasta que le llegaron las recetas de Marilyn Cote. En ellas firmaba con tres números de cédula como si fuera médico cirujano, médico psiquiatra y psicóloga clínica. También incluía la ubicación su supuesto consultorio en el Fifty Doctors Hospital, una inmueble que alberga varios especialistas.
Decenas de videos en inglés, increíbles imágenes photoshopeadas, títulos falsos y recetas con el logo de Harvard. El contenido creado por Marilyn Cote durante años para hacerse pasar por “una intelectual reconocida en Europa, Estados Unidos e Hispanoamérica” ha opacado este jueves la nueva victoria de Donald Trump en Estados Unidos o la pelea por la reforma judicial. Hay en México una nueva protagonista. La caída de la falsa psiquiatra, que prometía curar la depresión en “seis o siete días” y la ansiedad “en tres o cuatro”, desvela el iceberg de la intrusión médica en el país. ¿Cuántos personajes como este habrá en nuestro país? ¿Cuántos habrá en Sonora? Vaya usted a saber.
Dr. César Álvarez Pacheco
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora