Nota publicada: 2025-12-23
Jerusalén. Israel destruyó más de 90 por ciento de las estructuras residenciales y alrededor de 70 por ciento de todos los edificios de la franja de Gaza, a menudo sin necesidad militar y con la finalidad de impedir el retorno de los desplazados, la limpieza étnica y el control a largo plazo de amplias zonas del enclave, reportó ayer el Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados, B’Tselem.
“El desplazamiento masivo y la concentración forzada de civiles no son subproductos del genocidio, sino componentes centrales del mismo. Unos 1.9 millones de palestinos, que constituyen aproximadamente 90 por ciento de la población de la franja, han sido desplazados al menos una vez desde octubre de 2023, a menudo tras perder a familiares y la mayor parte de sus propiedades”, expuso la organización en su cuenta de la red social X.
El centro, con sede en Jerusalén, señala en su sitio web, que Tel Aviv obligó “a millones de personas a abandonar sus hogares mediante intensos bombardeos y órdenes de evacuación distribuidas por medio de folletos y medios digitales. Estas órdenes eran a menudo confusas, erróneas, contradictorias y, en ocasiones, irónicas”.
Afirmó que los gazatíes, que recorrieron largas distancias a pie o en carreta, y cruzaron puestos de control, fueron “retrasados, humillados, golpeados o arrestados sin causa”. De igual manera, los corredores para personas desplazadas asignados por Israel “se convirtieron en campos de exterminio bajo bombardeos y disparos de francotiradores, con cuerpos a menudo abandonados a lo largo de las carreteras”.
Suman 400 asesinatos desde el alto el fuego
En un comunicado, el gobierno del enclave palestino indicó que Tel Aviv violó de manera sistemática el alto el fuego en vigor con al menos 875 infracciones documentadas, que saldaron en más de 400 palestinos muertos y más de mil heridos desde el 10 de octubre, informó Al Jazeera.
Precisó que las violaciones incluyeron 265 incidentes de disparos directos contra civiles, 49 incidentes de vehículos militares que entraron en zonas residenciales, 421 atentados con bombas y otros ataques contra civiles desarmados y sus hogares. Asimismo, registró 150 casos de demolición y destrucción de viviendas, instituciones y edificios civiles.
Autoridades sanitarias de Gaza aumentaron la cifra total de muertos en al menos 70 mil 937 palestinos asesinados y 171 mil 192 lesionados por la ofensiva israelí desde el comienzo del conflicto el 7 de octubre de 2023.
Por otra parte, las autoridades de Tel Aviv demolieron un edificio residencial de cuatro plantas en el barrio de Silwan, situado en Jerusalén Este, bajo el argumento de que fue levantado sin permiso, una acción que provocó el desplazamiento de unas 100 personas.
La oficina del gobernador palestino de Jerusalén condenó la acción y sostuvo que cualquier operación “que derive en la expulsión de residentes de sus hogares constituye un plan claro de la ocupación para remplazar a propietarios con colonos”.
Abdulrahman Shadid, alto cargo del brazo político del movimiento islamita, denunció que este hecho supone “un crimen” y representa “la mayor operación de demolición y desplazamiento en masa contra la presencia palestina en Jerusalén”.