El presidente Nicolás Maduro dirigió un mensaje al pueblo de los Estados Unidos en el que afirmó que su gobierno no busca un conflicto militar con Washington. Hizo énfasis en que Venezuela rechaza interpretar cualquier medida diplomática o política como amenaza bélica.

Durante su discurso, Maduro añadió que su país no aspira al tipo de confrontación que estigmatice su soberanía ni justifique coerciones externas. Reiteró que Venezuela seguirá rechazando interpretaciones que lo cataloguen como agresor, y que su posición se mantiene en defensa de derechos nacionales y del marco del diálogo político.

Además advirtió contra inferencias en torno a acciones militares, señalando que no aceptará ser presentado como fuente de amenaza sino como un actor que busca relaciones internacionales basadas en respeto mutuo y no en imposiciones estratégicas.

Llamó también a la población estadounidense a cuestionar narrativas que podrían alentar la militarización de decisiones bilaterales, y sugirió que cualquier medida de presión debe colocarse bajo evaluación cívica y política, no bajo premisas de poder unilateral.