El expresidente Donald Trump afirmó que Estados Unidos estaría dispuesto a emplear la fuerza si Hamas no acepta desarmarse, en el marco de las negociaciones en curso y de los esfuerzos para consolidar un alto al fuego en la Franja de Gaza. En su intervención, Trump presentó la exigencia del desarme como una condición no negociable para garantizar la seguridad y evitar futuros ataques.

Su declaración se produjo en un contexto diplomático delicado, donde se mezclan procesos de canje de rehenes, retiradas parciales de tropas y presiones internacionales para mantener la pausa en las hostilidades. La advertencia de usar la fuerza generó reacciones encontradas: algunos sectores la consideran una postura de firmeza destinada a presionar por resultados rápidos, mientras que analistas y actores diplomáticos advirtieron que un discurso beligerante puede complicar las chances de consolidar acuerdos y aumentar el riesgo de una escalada.

Representantes de gobiernos mediadores y organismos humanitarios subrayaron la necesidad de mecanismos verificables para cualquier desarme, así como de corredores humanitarios y supervisión internacional que permitan que la retirada de fuerzas y la entrega de armas se realicen de forma segura y verificable. Señalaron además que la implementación práctica de un desarme exige tiempo, confianza mutua y garantías que impidan el resurgimiento de grupos armados en el futuro.

En el plano político interno, la postura de Trump fue interpretada por sus seguidores como coherente con una estrategia de presión máxima, mientras que opositores y voces críticas señalaron los peligros de una retórica que pueda legitimar acciones militares unilaterales sin un mandato amplio y con riesgos humanitarios notorios.

Por su parte, autoridades involucradas en las negociaciones buscaron matizar las declaraciones, insistiendo en que cualquier acción debe ajustarse al derecho internacional y contar con coordinación entre las partes y observadores internacionales. El avance de los acuerdos en las próximas horas y la respuesta de Hamas serán determinantes para saber si la situación deriva en nuevas tensiones o si las partes logran acuerdos verificables que eviten la reanudación de la violencia.