
Nota publicada: 2025-10-14
iudad de México. — Al defender la aprobación de la reforma a la Ley de Amparo, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que con la nueva normativa se eliminarán los mecanismos que permiten a los deudores fiscales prolongar indefinidamente sus recursos legales. Bajo el esquema actual, explicó, un deudor puede ampararse aún después de que la Corte emita una resolución favorable para la autoridad, dando lugar a hasta 15 años más de litigios.
En su conferencia matutina, Sheinbaum advirtió que ese “vía crucis” legal terminaría con la reforma: una vez que la Suprema Corte resuelva el caso, los actos de ejecución sólo podrán impugnarse mediante suspensión definitiva del pago del monto global exigido mientras se resuelve el fondo del asunto. En otras palabras: la deuda no podrá simplemente posponerse otra vez con recursos legales dilatorios.
También mencionó que en casos de lavado de dinero y congelamiento de cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), si se otorga un amparo contra la congelación, la cuenta no podrá vaciarse hasta que se dicte sentencia de fondo, cerrando así otra puerta de evasión procesal.
Sheinbaum insistió en que la reforma no cercena el derecho al Juicio de Amparo, sino que da claridad y eficacia al sistema, eliminando vacíos que abusaban de privilegios legales.
No obstante, algunos expertos y críticos han señalado riesgos en el texto propuesto: alertan que más allá de perseguir evasores fiscales, la reforma podría debilitar el recurso de amparo como herramienta de defensa ciudadana frente al poder público.