
Nota publicada: 2025-10-13
En medio de las recientes declaraciones de Donald Trump, quien aseguró que “la guerra terminó”, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu replicó que, si bien se han alcanzado avances, la lucha está lejos de concluir. Netanyahu dijo que ciertos objetivos fundamentales del conflicto aún no se han cumplido y que el país debe mantenerse vigilante y preparado.
El intercambio ocurre en un momento delicado del proceso diplomático, pues se realizan entregas de rehenes y prisioneros entre las partes. Trump, al declarar el fin de las hostilidades, parece reflejar una postura aspiracional o política, mientras que Netanyahu insiste en que solo un alto al fuego duradero y garantía de seguridad concreta podrá marcar el verdadero cierre de operaciones militares.
Netanyahu ofreció un mensaje dirigido tanto al público israelí como a sus aliados: remarcó que restan compromisos estratégicos pendientes, especialmente en materia de desmantelar redes armadas residuales, asegurar fronteras y abrir una fase de reconstrucción bajo condiciones controladas. Además, llamó a no bajar la guardia ante eventuales desafíos futuros.
El contraste entre las declaraciones subraya la tensión entre visiones optimistas y realidades tácticas: mientras Trump ve ya un punto final simbólico, Netanyahu apuesta por un desarrollo gradual y equilibrado que asegure que la guerra no se reactive. La comunidad internacional y los gobiernos mediadores observan este intercambio como parte de los ajustes necesarios para que cualquier acuerdo se sostenga más allá de las firmas.