Nota publicada: 2025-03-31
Los dogmas de la 4T: ¿Hacia adónde?
Bulmaro Pacheco
Primero esconden al gobernador Rubén Rocha Moya. Ya no aparece en público por la gravedad de las acusaciones en su contra sobre la violencia imparable en Sinaloa; entidad en descomposición política y social prácticamente agudizada en su sexenio.
Al gobernador Rocha ya no se le ve en los medios como antes. Quizá lo estén escondiendo para no dañar más la imagen del gobierno federal y evitar que alguna de sus declaraciones entorpezca las negociaciones con el gobierno de Donal Trump, que trae en la mira al estado de Sinaloa y a los “políticos involucrados en la delincuencia organizada”, y donde nadie se descarta.
Después trataron de minimizar el caso de Teuchitlán, Jalisco. Un verdadero caso de terror armado por la delincuencia organizada y descuidado principalmente por el gobierno pasado de los “abrazos y no balazos” y ante la indolencia también del gobierno estatal.
Han tratado de culpar a las oposiciones de explotar el caso y temen que lo sucedido se convierta en algo así como el Ayotzinapa de la 4T. Los hechos ahí están. Las madres buscadoras también.
Después echaron a andar la maquinaria política pesada para defender al exgobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, y evitarle el desafuero ante acusaciones graves por violencia sexual en su contra.
Ni rebeliones advertidas ni rupturas anunciadas, ni un feminismo práctico morenista que a las primeras de cambio dobló las manos y mucho menos se presentaron aquellos que a cada rato en ese partido enarbolan las banderas de la honestidad y de que “son diferentes a los del pasado”.
Muy cerca de esos acontecimientos de presentó también el caso de Gerardo Fernández Noroña, del presidente en turno de la Cámara de Senadores, que fue visto viajando en business class en la aerolínea Air France, cuando de su lenguaje político y su partido no se les cae de la boca el mensaje de la austeridad en todos los aspectos de la conducción política y para todos los efectos.
Antes, las tensiones en el partido Morena afloraron con enfrentamientos directos entre la presidenta de la República y los liderazgos del Congreso de la Unión por varios casos: El nombramiento de la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que favoreció a Rosario Ibarra de Piedra —que todo indica no era la favorita de la presidencia—, nombrada antes por el expresidente López Obrador.
Después vino la tensión por el proyecto de reforma constitucional relacionada con el tema del “nepotismo” en los cargos de elección popular. La presidenta propuso la vigencia a partir del 2027 y los liderazgos en el Congreso la dejaron para el 2030. La dirigente nacional de Morena, Luisa Alcalde, partir de allí anunció reformas a los estatutos para evitar que Morena postulara familiares como candidatos en 2027, en pleno respaldo a la idea de la presidenta.
Posteriormente, vino el tema de las reformas a la ley del ISSSTE. ¿Quién involucró en ese tema conflictivo a la presidenta Sheinbaum a sabiendas de que no estaba planchado con las organizaciones políticas y sociales?, ¿A quién se le ocurrió convencerla de que se podía sacar más dinero para el Issste a costa de los propios trabajadores federales y no del sistema fiscal?
El retiro de la iniciativa de reforma a la ley del ISSSTE por parte de la presidenta Sheinbaum se les acredita a las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que durante varios días estuvieron presionando en la Ciudad de México.
Posterior a esa victoria política, la CNTE demanda ahora al gobierno la derogación de la ley del ISSSTE del 2007 que —ante la crisis estructural y financiera de la institución— creó el sistema de pensiones vía la cuenta individual en la afore pensionissste, dándole opción a los trabajadores federales con antigüedad que optaran o por la pensión de reparto (10 salarios mínimos, hoy UMAS) o por la Afore cuenta individual, entre otras cosas.
Ahora la CNTE exige la derogación de esa ley y una reforma de pensiones para los trabajadores federales que elimine las UMAS y regresen al salario mínimo para hacer los cálculos actuariales definitorios de la pensión de retiro.
Es una papa caliente muy difícil de enfrentar por el gobierno, porque dicha ley ha estado vigente en los últimos 18 años y ha provocado infinidad de inconformidades que ahora están aflorando.
¿Cuánto le costaría al gobierno federal y al ISSSTE derogar la ley?, ¿ A quién se le aplicaría, considerando la irretroactividad de las leyes garantizada en el artículo 14 de la Constitución?
La autollamada 4T está encerrada en sus propios dogmas. De origen y desde 2018 jamás admitieron crítica y todas las culpas de sus errores se las achacaban al pasado: A los 36 años de neoliberalismo (sic) que según ellos habían llevado a México al atraso; después se concentraron en atacar al expresidente Felipe Calderón y echarle la culpa de todos los problemas de inseguridad.
Dijeron que les habían dejado un tiradero en materia de salud, y desaparecieron el Seguro Popular para crear aquel organismo que se llamó el INSABI (Instituto de Salud para el Bienestar), y que fracasó estrepitosamente después de erogar 1 billón de pesos (2019-2023), y dando lugar a los problemas de salud que todavía se padecen y ni siquiera se inmutan.
Y por otro lado, manejaron muy mal la crisis del COVID 19, donde dijeron que los muertos no iban a pasar de 60 mil y al final rebasaron los 800 mil, y tampoco asumieron su responsabilidad. Toda la culpa seguía siendo del pasado y ni siquiera con el cambio de gobierno sexenal en 2024 reconocen el cúmulo de errores en todos los órdenes que el nuevo gobierno enfrenta ahora.
Desde su autonombrada honestidad valiente hasta su fantasmagórica “revolución de las conciencias” y la reafirmación de que “son diferentes” se les están cayendo ante la multitud de evidencias de ineptitud, improvisación y corrupción en todos los niveles de gobierno de la 4T que a cada rato se denuncian ante la opinión pública.
Para auto justificarse, eludir responsabilidades y cerrarse al dialogo con los adversarios, siempre reaccionan con las consabidas tesis de “las oposiciones están muertas” o del “conspiracionismo” en su contra.
Pero la realidad ya les llegó y se están dando cuenta de eso. Ya no saben qué hacer o inventar para justificarse. Los problemas les saltan por todos lados: La economía no crece, la inseguridad se agrava, la mediocridad de sus cuadros políticos aflora a cada rato con sus recurrentes escándalos y las negociaciones con el nuevo gobierno de los Estados Unidos lucen complicadas.
Siguen sus dogmas y siguen cerrados a la crítica. Nacieron según ellos para ser perfectos y el “pueblo bueno” todo les perdona. Manejan las encuestas en su propio beneficio para tratar de evadir la realidad y tienen a su favor dos poderosas herramientas de apoyo social que les han servido como colchón ante los señalamientos: Una poderosa red de millones de beneficiados mensualmente con dinero en efectivo y una conferencia mañanera diaria que con todos los medios del Estado la utilizan para golpear adversarios y defender sus proyectos. Esos son los principales acertijos que las oposiciones deberán saber descifrar y enfrentar a mediano plazo, si desean tener éxito en las próximas elecciones.