• Hermosillo, Sonora, México a     |  Año 29 No. 11    

La resurrección de Adrien Brody: gana el Oscar a Mejor actor 22 años después de triunfar con El Pianista

El Mundo / www.elmundo.es




Nota publicada: 2025-03-03

Prometía ser el punto álgido de la noche. En la memoria, el espontáneo beso en los labios a Halle Berry que dejó boquiabierto a los presentes hace 22 años, cuando Adrien Brody subió a recoger su primer Oscar como mejor actor por El pianista, de Roman Polanski. Pero con este segundo Oscar a mejor actor ha sido mucho más comedido. El beso apasionado se lo dio a su mujer desde el patio de butacas antes de coronar su resurrección en Hollywood por su descomunal trabajo en The Brutalist, la obra maestra de Brady Corbet.

"Esta una profesión muy frágil", dijo Brody tras recibir el premio de manos de Cillian Murphy. "Se ve muy glamurosa y a veces lo es, pero lo que he ganado es perspectiva tras tener el privilegio de volver aquí". No hay duda de que lo suyo ha sido "una montaña rusa", como él mismo señaló, un subidón temprano para dar paso después a una travesía por el desierto.

La victoria de Brody cierra un círculo perfecto en su carrera. Ambos personajes —Wadysaw Szpilman y László Toth— comparten orígenes centroeuropeos y el trauma de la persecución nazi, pero mientras el primero era un hombre destruido luchando por sobrevivir, el segundo encarna la resistencia, perseverancia y transformación del trauma en creación artística, de un emigrante que trata de imponer su visión pese a la necedad del status quo reinante en el Estados Unidos de posguerra. The Brutalist narra tres décadas en la vida del arquitecto que, tras emigrar a Estados Unidos, lucha por imponer su visión artística en un país que lo recibe con desconfianza.

Ha pasado tanto tiempo desde su primera proeza que hasta el teatro donde se entregan los premios ha cambiado de nombre. Aquella madrugada del 23 de marzo de 2003, un soñador de 29 años subía al escenario del Kodak Theatre para convertirse en el actor más joven en ganar el Oscar en la categoría principal de los intérpretes masculinos. Pocos podían imaginar que el encanto duraría tan poco tiempo, sometido a esa maldición del Oscar de la que muchos hablan en Hollywood.

Es cierto que El bosque (2004) de M. Night Shyamalan, su primer filme tras el Oscar, fue un éxito comercial recaudando más de 250 millones de dólares, pero recibió críticas mixtas. A pesar de compartir pantalla con figuras como Joaquim Phoenix y Sigourney Weaver, el papel de Brody como Noah Percy, un joven con discapacidad mental, no logró el impacto esperado para un recién coronado ganador del Oscar.

Ese mismo año, Brody hizo The Jacket, un thriller psicológico de ciencia ficción dirigido por John Maybury, que fracasó tanto en taquilla como con la crítica. La siguiente apuesta fue una superproducción junto a Peter Jackson, King Kong, quien venía de arrasar con la trilogía de El Señor de los Anillos. No fue la estrella taquillera que pretendía ni la catapulta para Brady como estrella consagrada de Hollywood. Se quedó a medio camino.

A partir de ahí el declive fue acelerado, sin freno hasta que Wes Anderson le dio la oportunidad en El gran hotel Budapest (2014), donde se mete en la piel de Dmitri, el villano de la historia. La película fue un éxito de crítica y público, recordando al mundo el talento y carisma de Brody.

Once años más tarde ha vuelto, soñando con regresar a acceder a los grandes papeles con los que siempre soñó. "Esto no solo es el momento cumbre de mi carrera, es la oportunidad de ser lo suficientemente afortunado para probar durante los próximos 20 años de mi vida que soy merecedor de papeles relevantes y significativos", señaló. Que así sea.


Más información en esta sección ..

Opiniones