Nota publicada: 2025-01-20
Ciudad Juárez, Chih. A unas horas que el magnate Donald Trump asuma por segunda ocasión la presidencia de Estados Unidos, decenas de personas migrantes se dieron cita en el puente internaciónal Paso del Norte de esta ciudad desde temprana hora para presentarse a su cita del CBP One, a fin de solicitar asilo en la nación vecina.
Algunos, que no lograron pasar rompieron en llanto. Se les veía en la incertidumbre por el “riesgo” que no se respetara su cita —aun cuando el sistema de la aplicación la agenda para este lunes— debido a la cada vez más cercana toma de protesta del republicano, quien ha amagado con un endurecimiento en las policías migratorias.
A las 5 de la mañana, se permitió el paso por la garita a las personas que desde muy de madrugada hicieron fila —pese al intenso frío que azota esta región del país—, llegaron hasta donde los esperaban los agentes de migración estadunidense. Era el primer acceso con cita por la mañana, pues hay otro a las 11 ara quienes tienen agendado su trámite por la tarde.
Se hizo la rigurosa revisión de documentos (pasaporte y comprobante de cita, en particular), y uno a uno fueron ingresando a territorio estadunidense.
Sin embargo, no todos pasaron. Motivados por la incertidumbre que depara la llegada de Trump a la Casa Blanca, al menos una veintena de personas migrantes optaron por apersonarse en el puente internacional para tratar de pasar antes que el magnate tome posesión aun cuando su cita era hasta para la 1 de la tarde.
Esto, debido a que pensaban que una vez que el republicano asuma el poder, “este programa puede acabar”. De acuerdo a defensores de migrantes, el esquema CBP One —con el que la administración de Joe Biden pretendió agilizar y ordenar el proceso para solicitar asilo— tiene citas hasta el 18 de febrero, por lo que aún es incierto qué sucederá con las personas que tienen citas a partir de mañana.
Magdaley, venezolana, no pudo contener el llanto cuando en la franja fronteriza entre México y Estados Unidos los agentes de migración estadunidenses le dijeron que no era su turno —sólo pasaron los que tenían cita para la mañana—, que regresara a las 11, pues su trámite estaba agendado a la una de la tarde.
“Voy a pasar, voy a pasar, no puede ser que tras una larga espera no me quieran dejar pasar. Confío en que respeten mi cita. Quise llegar temprano pensando que podría pasar aunque mi cita sea en la tarde, pero ahora me dijeron que no. Sólo espero que el presidente (Trump) no nos impida el paso a quienes ya tenemos cita”, señaló.
La venezolana no fue la única que pensó en ese riesgo. Al menos 20 personas migrantes estuvieron en su situación, pero no se les permitió el paso. “Regrese a las 11”, fue la indicación de los agentes de Estados Unidos.
Todos tuvieron que salir de la zona de la garita para volver a formar una fila —respetando sus sitios— al pie del puente internacional. Todos, con la incertidumbre de lo que pueda pasar en un par de horas en la toma de protesta de Trump y con el miedo que, aun cuando ya tienen agendada una cita, ésta pueda no respetarse.
“Desgraciada fecha en la que nos tocó estar aquí”, soltó un venezolano que viaja con su esposa y su pequeña hija de brazos, quienes, resignados, retornaron al punto indicado para volver a formarse y esperar hasta las 11 de la mañana, que les informaron pasarían.
Las siguientes horas serán muy largas para estas personas que, en medio de un gélido ambiente (menos tres grados centígrados con sensación de menos seis), permanecerán a la entrada del Paso del Norte.