Nota publicada: 2025-01-10
Madrugar podría ser más que un simple hábito: podría ser un escudo protector contra la depresión. Un estudio reciente ha revelado que las personas con tendencia a levantarse temprano tienen un riesgo significativamente menor de desarrollar depresión clínica, en comparación con aquellos que prefieren trasnochar.
Este hallazgo, respaldado por investigaciones genéticas y datos de más de 840.000 personas, plantea una interesante conexión entre nuestros ritmos circadianos y la salud mental.
Ésta es la clave para no sufrir una depresión según este estudio
La investigación publicada en JAMA Psychiatry, indica que no sólo es suficiente despertarse temprano, sino que es esencial acostarse pronto. Los investigadores de la Universidad de Colorado Boulder y el Instituto Broad del MIT y Harvard descubrieron que las personas que se van antes a dormir y se despiertan más temprano tienen un riesgo menor de padecer una depresión.
Este estudio, que utiliza un método llamado aleatorización mendeliana, ofrece una fuerte evidencia de que el cronotipo de una persona influye directamente en su riesgo de depresión.
El estudio analizó datos genéticos y de sueño de cientos de miles de participantes, incluyendo diagnósticos de depresión y registros de laboratorio del sueño. Al comparar personas con variantes genéticas que las predisponen a ser madrugadoras con aquellas sin esas variantes, los investigadores encontraron que por cada hora que el punto medio de sueño de una persona es más temprano, el riesgo de depresión clínica disminuye en un 23%.
Esto sugiere que la preferencia por un horario de sueño temprano no es sólo una coincidencia, sino que podría tener una base biológica y un impacto significativo en la salud mental.
Otros estudios también han mostrado que las personas que prefieren acostarse y levantarse temprano tienen menos probabilidades de experimentar depresión en comparación con las personas que se acuestan tarde. Los «madrugadores» tienen hasta un 27% menos de probabilidades de desarrollar depresión, según una investigación de 2018 que siguió a 32.000 enfermeras.
A pesar de que estos estudios previos eran observacionales y no podían probar la causa y el efecto, el nuevo estudio que utiliza aleatorización mendeliana, ofrece una evidencia más fuerte de que irse a la cama temprano y despertar antes, en sí mismo, puede brindar protección contra la depresión, independientemente de otros factores.
Sin embargo, es importante considerar que otros factores pueden influir en la relación entre los patrones de sueño y la salud mental. Por ejemplo, el estrés laboral y las obligaciones sociales pueden afectar al descanso de las personas y, a su vez, influir en su salud mental.
Otros beneficios de madrugar
Además de reducir el riesgo de depresión, madrugar puede traer otros beneficios significativos para tu bienestar:
Mayor autocontrol: al seguir una rutina matutina, puedes mejorar tu disciplina y ser más riguroso en otras áreas de tu vida.
Hábitos saludables: levantarse temprano puede ayudarte a organizar tu día y evitar hábitos poco saludables, como quedarse despierto hasta tarde o abusar del alcohol.
Productividad: tendrás más tiempo para dedicar a tus actividades y trabajo. Si quieres aumentarla puedes aplicar la técnica 60/10 (60 minutos de trabajo intenso seguidos de 10 de descanso).
Calma y tranquilidad: las primeras horas de la mañana pueden ofrecer un espacio tranquilo para hacer lo que te gusta sin interrupciones.
Si estás considerando hacer cambios en tu horario de sueño, es importante que lo hagas de manera gradual. Ajustar tu hora de acostarte y despertarte puede requerir tiempo y disciplina.
Un buen comienzo podría ser irte a la cama a las 22:30 horas (23 horas como máximo) para asegurarte tus 7 horas de sueño. Aunque se necesitan estudios adicionales para determinar quién podría beneficiarse más de un cambio en los patrones de sueño, los resultados hasta ahora son prometedores.