Nota publicada: 2025-01-10
Moscú. A diez días de que Donald Trump se instale en la Casa Blanca como inquilino para los siguientes cuatro años, voceros oficiales de Rusia y de Ucrania afirmaron este viernes que el líder estadunidense se va a reunir con sus respectivos presidentes, Vladimir Putin y Volodymir Zelensky, sin que haya todavía fechas tentativas ni posibles temas de conversación para ninguno de estos encuentros.
Ambos países quieren reunirse primero con Trump para tratar de convencerlo de que, en este conflicto armado, tienen razón en detrimento del otro, sin tomar en cuenta los beneficios que pudiera buscar éste acorde con su consigna “América, primero”, opinan analistas que observan de cerca en intercambio de señales desde las capitales implicadas.
Primero correspondió a Zelensky decir que espera ver a Trump apenas éste asuma el cargo en Washington para hablar de las garantías de seguridad que necesita Kiev, incorporar a Europa al proceso de articular “una solución justa para Ucrania” y sólo después, con garantías sólidas de seguridad, poder negociar con Putin.
El titular del Kremlin, a su vez y de forma paralela, señaló que no estaría en contra de reunirse con Trump, si el nuevo presidente de EU lo quiere. Éste entendió, días más tarde, que el mandatario ruso expresó públicamente su interés de celebrar un encuentro con él. Y el jueves (9 de enero) el siguiente ocupante del despacho oval en la Casa Blanca lanzó en rueda de prensa: “Él (Putin) quiere que nos reunamos, así que lo estamos preparando (…), tenemos que poner fin a esa guerra. Es un maldito desastre. Se están matando por ambos lados”.
El Kremlin lo interpretó este viernes a su manera: “Trump está dispuesto a solucionar los problemas en la mesa de negociaciones y, para eso, no se requiere ninguna condición. Sólo se necesita voluntad política para conseguir un arreglo político mediante el diálogo”, comentó el portavoz de la presidencia rusa, Dimitri Peskov.
El vocero de Moscú, sin embargo, reconoció que, “por el momento, nada hay en concreto y consideramos que existe voluntad compartida de celebrar una reunión” de los presidentes, pero hasta que Trump no tome posesión el 20 de enero “no cabe esperar ningún avance” en este sentido.
Peskov agregó que la posición rusa respecto a eventuales conversaciones de paz “se mantiene intacta”, en alusión, entre otras condiciones, a que Ucrania renuncie a ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte y acepte la pérdida de cuatro regiones y de Crimea.
Desde Kiev, no tardaron en manfiestar que “no ven nada nuevo” en la intención de Trump de reunirse con Putin y recordaron que el estadunidense ya había mencionado varias veces “tener planes para una reunión de este tipo”, de acuerdo con Georgi Tikhi, portavoz de la cancillería ucrania.
“Para nosotros, lo principal es poder trabajar junto con Estados Unidos y, en este momento, estamos preparando contactos ucranio-estadunidenses al máximo nivel inmediatamente después de la toma de posesión de (Donald) Trump”, añadió el vocero ucranio.
Entre tanto, los combates continúan: Ucrania sigue atacando con armamento occidental instalaciones rusas en territorio ruso; Rusia castiga con bombas guiadas de hasta tonelada y media de carga explosiva ciudades ucranias, al tiempo que confirmó la toma de Kurajove en el sur de Donietsk; y lo que parecía “nueva ofensiva” ucrania en Kursk, después de tres días, se diluyó en ataque con cerca de 500 efectivos y algunos tanques y vehículos blindados contra varias localidades, sin representar cambios significativos en los campos de batalla.