La diferencia transformadora entre tus resultados en 2024 y los de 2025 estará determinada por cuánto te transformes en el Año Nuevo.

Después de realizar mi última ceremonia del cuenco ardiente , se me ocurrieron diez ideas sobre cómo puedo seguir avanzando hacia la versión más elevada posible de mí mismo. Me gustaría compartirlas, en caso de que quieras estudiarlas y adoptar o adaptar alguna que te resulte útil.

Los conocimientos son una exploración de la relación de causa y efecto entre sus creencias fundamentales, la visión que crean, los hábitos que produce esa visión y, por último, los resultados que puede crear al cambiar esas creencias fundamentales. Vamos a analizarlos...

1) El desafío es liberador.

Una vez que se sienten moderadamente cómodos, la mayoría de las personas prefieren dejarse llevar por el piloto automático antes que enfrentarse a la incertidumbre del cambio. Ese es el camino a la mediocridad.

Nadie ha tenido nunca un avance trascendental en su zona de confort, y tú no serás el primero.

Enfréntete a las cosas que te aterrorizan y tu coraje crecerá cada vez más. El miedo está bien. Simplemente canalízalo hacia lo que quieres lograr. No creces cuando estás satisfecho. Te estancas.

Tu mayor avance está al otro lado de aquello que más te asusta.

2) Puedes hacer más de lo que imaginas.

Probablemente te veas como eras hace cinco o más años, porque estás aceptando las señales que te dan muchas personas de tu círculo íntimo. Se sienten cómodas al verte a ti (y a casi todos los que conocen) como eras en el pasado, porque no hacen el trabajo personal que produce creencias cambiantes.

Es posible que tu madre todavía te vea como el niño que la decepcionó al no convertirse en médico. Es posible que tu mejor amiga de la universidad todavía te defina por tus días de fiesta con cerveza. Es posible que tu jefe todavía te vea como el aprendiz que eras el día que empezaste a trabajar. No permitas que su perspectiva estancada del mundo te defina de una manera limitante.

Es hora de recuperar tu poder y verte a ti mismo a través de la lente de las dificultades que has superado. Imagínate a ti mismo como el catalizador que realmente puedes ser.

La maestría se logra al llegar al punto de quiebre y, a veces, al superarlo. Por lo general, son los fracasos, no los éxitos, los que nos hacen más fuertes.

3) La gratitud crea energía.

Haz más cosas que te traigan alegría a la vida. Comienza cada día reflexionando sobre las muchas cosas por las que debes estar agradecido. Esto te ayudará a tener un día armonioso y atraerá más cosas por las que estar agradecido.

Escuche el canto de los pájaros, programe un amanecer, huela la fragancia del follaje. Celebre las pequeñas cosas, como el cambio de estación, un cachorro juguetón o un bebé que ríe. Deje de buscar los defectos en las personas y busque la belleza.

Y siempre tómate el tiempo para agradecer a quienes creyeron en ti y te ofrecieron aliento a lo largo del camino.

4) El único queso gratis está en la ratonera.             

Deja de deslizar hacia arriba para comprar libros electrónicos que te vendan atajos para no hacer el trabajo necesario que requiere el éxito. Deja de creer que el mundo te debe algo. Todo lo que te corresponde es la maravillosa oportunidad de manifestar tu propia prosperidad.

La prosperidad se crea de tres maneras:

Busque maneras de hacer una o más de estas cosas y sepa que los principios de la prosperidad garantizarán que usted las cree.

El éxito nunca está a la venta. Esté dispuesto a pagar el precio del mercado.

5) Tu mente necesita ejercicios aeróbicos.

Haz ejercicios divertidos como crucigramas, sudokus o Wordle para afinar tu agudeza mental. Desarrolla amistades con personas más inteligentes que tú. Lee al menos 30 minutos todos los días. Esto estimulará tu capacidad de pensamiento crítico, te ayudará a sobresalir en casi todo y te convertirá en un mejor ser humano.

Ya aprendiste las tres formas de manifestar prosperidad mencionadas anteriormente. La forma más rápida de lograr cualquiera de ellas es desarrollar continuamente nuevas habilidades, nutrir tu genio y adquirir más sabiduría.

6) Los campeones necesitan fanáticos.

Tus ingresos, responsabilidades, rango o títulos nunca superarán tu identidad personal, es decir, cómo te ves a ti mismo. Si es necesario, toma prestada mi fe en ti hasta que la tengas por ti mismo. Imagínate a ti mismo como alguien exitoso y espera tener éxito. Ese es tu destino natural.

Hay suficientes personas que te criticarán, dudarán de ti o te ridiculizarán; no tienes por qué ser una de ellas. Sé tu propio fan número uno.

7) Es hora de realizar el mantenimiento programado.

Si quieres dominar la mayoría de las cosas, necesitas un cuerpo que pueda seguirle el ritmo a tu mente. Cuídalo.

Coma para tener energía. Duerma lo suficiente. Haga ejercicio todos los días. Reciba atención médica, dental y quiropráctica adecuada. Programe un masaje semanal.

8) Lo estás haciendo mejor de lo que crees.

Deja de comparar tu vida real con el espejismo de la vida inventada por otra persona en Instagram y deja de castigarte por lo lejos que aún te queda llegar.

Lo que me gusta llamar Descontento Divino es lo que sientes cuando estás al borde de un gran avance. No es raro sentirse inseguro, inseguro o perdido. Esto suele ser una señal del universo de que tus creencias limitantes sobre lo que “deberías” ser se están disolviendo en la nada de la que surgieron. Celebra lo lejos que has llegado y decide disfrutar del viaje sin juzgarte.

9) Eres responsable de tu prosperidad.

Tu riqueza no la determina tu jefe, el gobierno o la economía. Y tu éxito y tu felicidad no están limitados por tu ex cónyuge, tu edad, tu sexualidad, tu raza o tu nacionalidad. Tu entorno influye en tus resultados. Sin embargo, tú eres quien los crea.

Echarle la culpa a los demás suele ser una forma de eludir la responsabilidad personal. Asume la responsabilidad de las cosas malas y reconoce el papel que te tocó. Esto puede parecer aterrador cuando aceptas la responsabilidad por primera vez, porque significa que si cometes un error, la culpa es tuya. Pero, por el contrario, cuando manifiestas una prosperidad poderosa, recibes el crédito por ello. El riesgo vale la pena. Siempre.

10) Tu destino está determinado por tus fuentes de entrada

La diferencia en tu prosperidad entre hoy y enero de 2026 será el resultado directo de:

Con suerte, recibirás estas diez ideas con el mismo espíritu con el que te las compartimos.  Si las uniéramos todas en una sola frase, sería esta...

Tu salud, felicidad y prosperidad se transforman tan rápido como tú lo haces.

Paz,

-RG

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