Nota publicada: 2024-12-27
Madrid. Sólo una fracción del hidrógeno contenido bajo la superficie de la Tierra podría acabar con la dependencia energética de los combustibles fósiles durante 200 años.
Una nueva investigación sugiere que el planeta contiene alrededor de 6.2 billones de toneladas (5.6 billones de toneladas métricas) de hidrógeno en rocas y depósitos subterráneos. Eso es aproximadamente 26 veces la cantidad de petróleo que se sabe que queda bajo tierra (1.6 billones de barriles, cada uno de los cuales pesa aproximadamente 0.15 toneladas), pero aún se desconoce dónde se encuentran estas reservas de hidrógeno.
Es probable que la mayor parte del hidrógeno se encuentre demasiado profundo o demasiado lejos de la costa para acceder a él, y algunas de las reservas probablemente sean demasiado pequeñas para extraerlas de una manera que tenga sentido económico. Sin embargo, los resultados indican que hay hidrógeno más que suficiente para todos, incluso con esas limitaciones, dijo a LiveScience.com Geoffrey Ellis, geoquímico especializado en petróleo del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) y autor principal del nuevo estudio.
El hidrógeno es una fuente de energía limpia que puede alimentar vehículos, impulsar procesos industriales y generar electricidad. Sólo 2 por ciento de las reservas de hidrógeno encontradas en el estudio, equivalente a 124 mil millones de toneladas (112 mil millones de toneladas métricas) de gas, "suministrarían todo el hidrógeno que necesitamos para llegar a cero emisiones netas de carbono durante un par de cientos de años", dijo Ellis.
La energía liberada por esa cantidad de hidrógeno es aproximadamente el doble de la energía almacenada en todas las reservas conocidas de gas natural en la Tierra, según el nuevo estudio, publicado en la revista Science Advances.
Para estimar la cantidad de hidrógeno dentro de la Tierra, los investigadores utilizaron un modelo que tenía en cuenta la velocidad a la que se produce el gas bajo tierra, la cantidad que probablemente quedará atrapada en los depósitos y la cantidad perdida a través de diversos procesos, como la filtración de las rocas y a la atmósfera.
El hidrógeno se crea a través de reacciones químicas en las rocas, siendo la más simple una reacción que divide el agua en hidrógeno y oxígeno, dijo Ellis. "En realidad, existen docenas de procesos naturales que son capaces de generar hidrógeno, pero la mayoría de ellos generan cantidades muy pequeñas", dijo.
Hasta hace poco, los investigadores no se daban cuenta de que el hidrógeno se acumula debajo de la superficie de la Tierra. "El paradigma a lo largo de toda mi carrera fue que el hidrógeno está ahí fuera, ocurre, pero es una molécula muy pequeña, por lo que se escapa fácilmente a través de pequeños poros, grietas y rocas", explicó Ellis.
Pero cuando los científicos descubrieron un enorme depósito de hidrógeno en África occidental, y luego otro en una mina de cromo albanesa, ese paradigma cambió. Ahora está claro que el hidrógeno se acumula en los depósitos de la Tierra, y el nuevo estudio sugiere que algunas de esas acumulaciones podrían ser considerables.
"Me sorprendió que los resultados fueran mayores de lo que pensaba", dijo Ellis. "La conclusión es que hay mucho ahí abajo".
Pero es importante señalar que existe una enorme incertidumbre en torno a estos resultados, dijo, ya que el modelo mostró que podría haber entre mil millones y 10 billones de toneladas de hidrógeno en el subsuelo. (El valor más probable, según los supuestos del modelo, era 6.2 billones de toneladas).
Se prevé que el hidrógeno represente hasta 30 por ciento del suministro energético futuro en algunos sectores, y se espera que la demanda mundial se quintuplique para 2050. El gas se produce artificialmente mediante electrólisis del agua, donde las moléculas de agua se descomponen con corrientes eléctricas. Cuando se utiliza energía renovable, el producto se denomina "hidrógeno verde" y cuando se utilizan combustibles fósiles, se conoce como "hidrógeno azul".
Los beneficios de aprovechar el hidrógeno natural son que no requiere una fuente de energía para producirlo y los depósitos subterráneos pueden retener el gas hasta que sea necesario. "No tenemos que preocuparnos por el almacenamiento, que es algo que ocurre con el hidrógeno azul o el hidrógeno verde: quieres producirlo cuando la electricidad es barata y luego tienes que almacenarla en algún lugar", dijo Ellis. Con el hidrógeno natural, "se podía simplemente abrir una válvula y cerrarla cuando lo necesitara".