Nota publicada: 2024-12-11
Madrid. Aunque los árboles pueden enfriar significativamente algunas ciudades durante el día, las copas de los árboles también pueden atrapar el calor y aumentar las temperaturas por la noche.
Es el hallazgo de una nuevo estudio que tiene como objetivo ayudar a los planificadores urbanos a elegir las mejores combinaciones de árboles y lugares de plantación para combatir el estrés térmico urbano.
Las temperaturas en las ciudades están aumentando en todo el mundo y el estrés térmico urbano ya es un problema importante que causa enfermedades, muertes, un aumento en el uso de energía para enfriar los edificios, problemas de desigualdad social relacionados con el calor y problemas con la infraestructura urbana.
Algunas ciudades ya han comenzado a implementar estrategias de mitigación, entre las que destaca la plantación de árboles. Pero un estudio dirigido por la Universidad de Cambridge advierte ahora que plantar las especies incorrectas o la combinación incorrecta de árboles en ubicaciones o disposiciones subóptimas puede limitar sus beneficios.
El estudio, publicado en Communications Earth & Environment, descubrió que los árboles urbanos pueden reducir la temperatura del aire a nivel de los peatones hasta en 12 grados centígrados. Sus autores descubrieron que la introducción de árboles redujo las temperaturas máximas mensuales por debajo de los 26 en 83 por ciento de las ciudades estudiadas, cumpliendo con el umbral de confort térmico. Sin embargo, también descubrieron que esta capacidad de enfriamiento varía significativamente en todo el mundo y está influenciada por las características de las especies de árboles, el diseño urbano y las condiciones climáticas.
Nuestro estudio desmiente el mito de que los árboles son la panacea definitiva para el sobrecalentamiento de las ciudades en todo el mundo, dijo la doctora Ronita Bardhan, profesora asociada de Entorno Construido Sostenible en la Universidad de Cambridge.
Los árboles tienen un papel crucial que desempeñar en el enfriamiento de las ciudades, pero debemos plantarlos de manera mucho más estratégica para maximizar los beneficios que pueden proporcionar.
Las investigaciones anteriores sobre los efectos de enfriamiento de los árboles urbanos se han centrado en climas o regiones específicos y han considerado estudios de caso de manera fragmentada, lo que deja importantes lagunas en nuestro conocimiento sobre los mecanismos únicos de enfriamiento de los árboles y cómo éstos interactúan con diversas características urbanas.
Para superar esto, los autores de este estudio analizaron los hallazgos de 182 investigaciones relacionadas con 17 climas en 110 ciudades o regiones globales, publicadas entre 2010 y 2023, ofreciendo la primera evaluación global integral del enfriamiento de los árboles urbanos.
Durante el día, los árboles enfrían las ciudades de tres maneras: bloqueando la radiación solar; pueden absorber ésta de onda larga de la superficie del suelo mediante la evaporación del agua a través de los poros de sus hojas y mediante el cambio aerodinámico del flujo de aire que produce el follaje. Sin embargo, por la noche, las copas de los árboles pueden atrapar la radiación de onda larga de la superficie del suelo, debido a la resistencia aerodinámica y al ‘cierre estomático’ (el cierre de los poros microscópicos en la superficie de las hojas, en parte como respuesta al estrés por calor y sequía).
El estudio descubrió que los árboles urbanos generalmente enfrían más las ciudades en climas cálidos y secos, y menos en cálidos y húmedos.
En la temperatura ‘tropical húmeda y seca de la sabana’, los árboles pueden enfriar las ciudades hasta 12 grados centígrados, como se registró en Nigeria. Sin embargo, fue en este mismo clima donde los árboles también calentaron más las ciudades por la noche, hasta 0.8.
Los árboles se comportaron bien en climas áridos, enfriando las ciudades poco más de 9 grados y calentándolas por la noche 0.4.
En los climas de selva tropical, donde la humedad es mayor, el efecto de enfriamiento diurno se redujo a aproximadamente 2 grados, mientras que el efecto de calentamiento nocturno fue de 0.8. En los templados pueden enfriar hasta 6 y calentar hasta 1.5.
El estudio señala que las ciudades con trazados urbanos más abiertos tienen más probabilidades de presentar una mezcla de árboles de hoja perenne y caduca de distintos tamaños. Los investigadores descubrieron que esto tiende a generar un mayor enfriamiento en los climas templados, continentales y tropicales.
El uso combinado de árboles en estos climas generalmente genera 0.5 grados más de enfriamiento que en las ciudades donde sólo hay árboles de hoja caduca o perennes. Esto se debe a que los árboles mixtos pueden equilibrar el sombreado estacional y la luz solar, proporcionando un enfriamiento tridimensional a distintas alturas.