Nota publicada: 2024-12-10
El próximo 11 de diciembre, Cien años de soledad, la adaptación de Netflix de la célebre novela de Gabriel García Márquez, finalmente llegará a la plataforma de streaming. Infobae Tecno estuvo presente en la alfombra roja de la serie, donde conversó con los actores sobre cómo imaginan que sería Macondo en pleno siglo XXI, rodeado de avances tecnológicos.
Macondo, el pueblo que se alza entre lo real y lo fantástico en la obra del Nobel colombiano, es conocido por sus hechos extraordinarios, como la cuna que se eleva sola, pero también por la cercanía y las relaciones profundas entre sus habitantes, lo que lo convierte en un lugar a la vez surreal y tremendamente humano.
Para Susana Morales, quien da vida a la joven Úrsula Iguarán, imaginar Macondo hoy en día resulta un desafío. “Es como intentar meterse en la mente de un ser tan maravilloso como Gabriel García Márquez”, confesó la actriz. No obstante, Morales señaló que, al igual que la humanidad ha evolucionado, Macondo también lo haría: “Eventualmente, aparecerían la inteligencia artificial o nuevas formas de innovación, tal como los gitanos traían sus inventos”, agregó.
En la primera parte de la serie, se observa cómo José Arcadio Buendía busca el lugar ideal para fundar Macondo. Los primeros episodios retratan la construcción del pueblo, desde las chozas iniciales con jaulas para pájaros hasta la remodelación de la casa Buendía-Iguarán, cuando Úrsula empieza a buscar esposo para sus hijas.
Por otro lado, los actores que interpretan a José Arcadio Buendía, tanto en su juventud (Marco González) como en su madurez (Diego Vásquez), coinciden en que este personaje sería aún más peculiar si viviera en la era digital. José Arcadio es un hombre impulsado por una insaciable curiosidad, siempre en busca de nuevos horizontes, como el mar, el oro, o incluso el conocimiento de Dios a través de un daguerrotipo.
Vásquez, reflexionando sobre cómo José Arcadio interactuaría con la tecnología moderna, sugirió que “probablemente viajaría al sol, o a cualquier planeta, y regresaría. Imagina una máquina que lo llevara al sol y lo trajera de vuelta”. González, por su parte, coincidió en que la inteligencia artificial formaría parte integral de Macondo en el presente, y que, para un personaje como José Arcadio, “sería un goce absoluto”.
Sin embargo, Claudio Cataño, quien interpreta al General Aureliano Buendía, opinó que Macondo probablemente no existiría en la actualidad. Según el actor, el concepto de realismo mágico, tan fundamental para la obra de García Márquez, perdería su esencia en un mundo hiperconectado: “Hoy, con internet y el ritmo vertiginoso de la vida moderna, esa poética de lo ingenuo y puro no existiría”, expresó.
Viña Machado, que da vida a Pilar Ternera en la serie, también se alineó con Cataño en su perspectiva sobre el impacto de la tecnología: “Hoy no existiría Macondo. Estamos tan pegados al teléfono que José Arcadio ya no tendría tiempo para descubrir por sí mismo que la tierra es redonda. Ya no nos llegaría la peste del insomnio, porque el aparato no permitiría que se nos borre la memoria. Tampoco tendríamos que ir a la casa del vecino para enterarnos de los chismes”, explicó.
Rodrigo García, productor ejecutivo de la serie e hijo del autor, agregó que en la era digital, José Arcadio se vería limitado por internet: “No saldría de su habitación, el mundo entero estaría al alcance de sus dedos”, apuntó.
Efectos especiales: un componente clave para el realismo mágico
Un aspecto crucial para llevar Cien años de soledad a la pantalla fue la recreación de los elementos mágicos que hacen única la obra de García Márquez. Según Alex García López, director de los primeros capítulos, los efectos especiales fueron fundamentales para lograr que los elementos fantásticos cobraran vida de manera natural.
Un ejemplo destacado es la cuna de Amaranta, que en la novela se eleva sola, un fenómeno que los efectos especiales debían representar de forma convincente. “Colocamos cables invisibles para elevarla”, explicó García López. También, la bolsa de huesos que sigue a Rebeca fue recreada utilizando un control remoto para que los huesos pudieran moverse de manera realista, siguiendo a la joven a lo largo de la serie.
Este enfoque en los efectos especiales no solo busca resaltar lo sobrenatural, sino también mantener la esencia única del realismo mágico que caracteriza a la obra original.
Con el estreno de Cien años de soledad en Netflix, los fanáticos de Gabriel García Márquez podrán explorar una nueva versión visual de Macondo, con los giros y avances tecnológicos que probablemente habrían alterado la forma en que sus habitantes perciben la realidad, mientras siguen inmersos en el mundo mágico que el autor creó hace más de medio siglo.