• Hermosillo, Sonora, México a     |  Año 29 No. 11    

El orgullo de mi nepotismo

Hilario Olea /




Nota publicada: 2024-09-10

Corren Rumores

 

El orgullo de mi nepotismo

 

Hilario Olea

 

NO QUE NO…El presidente Andrés Manuel López Obrador tiene todo el derecho del mundo a impulsar a sus hijos para que hagan carrera política y obvio, darles un espaldarazo para que puedan lograr sus objetivos. Por eso no tiene nada de extraño que sea el mismo el que anuncie que su hijo Andy buscará un cargo en Morena, que puede ser  la secretaría general o la secretaría de organización, pero dado el poder familiar, se convertirá en el dirigente nacional de facto. Pobre de Luisa María Alcalde, porque  seguramente ya se dio cuenta que su puesto será de mero membrete, porque el que mandará ahora en el partido del oficialismo es el junior.  Además, y esto hay que reconocerlo,  Andy se ha destacado por ser un buen operador político y financiero.  No va en calidad de mero adorno, sino que lo ponen ahí seguramente con miras a un proyecto electoral para el futuro.

 

PARA EVITAR ESPECULACIONES…Así lo dijo el presidente al destapar a su hijo Andy, que fue para “evitar especulaciones”. Dijo que ya antes había sido propuesto por militantes tabasqueños como secretario general de Morena.  Seguramente fue una ocurrencia de ellos, porque ya saben que en ese partido todos se mandan solos. Ajá.  Para que siga sonando las alarmas en el equipo de Luisa María,  el presidente indicó que Andy “ buscará consolidar el partido guinda en el país”. O sea que tendrá cobertura nacional, lo que se entiende como proyecto para el 2030, que se supone también es el de la señorita Alcalde.  Bueno, era hasta ahora. A menos claro que sea tan temeraria como para atravesarse en el camino  presidencial. Algo que no creo se anime. Ahora se tendrá que conformar con que deberá tener trabajo de escalón.

 

LOS OTROS EMPRESARIOS… Para los que estén preocupados de que los otros Juniors también se animen, el propio presidente López Obrador aclaró que José Ramón y Gonzalo no les interesa resolver su problema económico por la vía de la política o el gobierno. Los chavos seguirán en su modesto, pero exitoso camino empresarial con su negocio chocolatero.  Además, también les ha ido bien como promotores empresariales, de modo que no hay necesidad de andarse metiendo entre las patas de los caballos. Esto no quiere decir que vayan a estar alejados de los privilegios del gobierno, ni de locos.

 

NO VOY A INFLUIR…Lo mejor que se aventó el presidente López Obrador fue que aseguró  con respecto a la posición de Andy, de que “no voy a influir en nada, pero él si quiere participar en Morena. Si va a participar, eso me lo planteó y quiere apostar a ser electo, no impuesto, y yo no tengo nada que ver con eso”. Seguro. No necesita que el presidente levante el teléfono para recomendarlo, porque con el puro nombre tiene para abrir todas las puertas de la 4T..Además, como lo mencionamos, Andy es buen operador político, solo que antes no se llevaba los reflectores como pasará ahora cuando pueda tener visibilidad y que se le reconozcan méritos.  Ahora si puede construir carrera aunque le costará bastante trabajo dejar de ser hijo de papi.  Ahora deberá mostrar que tiene talento y que sabe moverse en el medio político, pero sobre todo moverse en medios de comunicación.  Es obvio pensar que en esto ya está de acuerdo la presidenta electa, porque sería un obstáculo muy incómodo.

 

ORGULLO DEL NEPOTISMO…El último hijo presidencial que logró un buen hueso por ser hijo de papi fue José Ramón López Portillo Romano, el hijo de Jolopo. Recordamos que en una hábil maniobra, Miguel de la Madrid pidió la anuencia de López Portillo para hacerlo subsecretario de Programación y Presupuesto, para aprovechar su talento y preparación. Encantado el entonces presidente aceptó la designación y al preguntarle por qué darle este hueso a su hijo, simplemente y con todo cinismo dijo que porque era “ el orgullo de su nepotismo”. No hay que olvidar que mientras tuvo poder  el chavo de José Ramón disfrutó las mieles del gobierno. Pero una vez que su padre cayó en desgracia tuvo que irse al ostracismo porque era un bueno para nada. Hoy veremos como le va a Andy, que no deja de ser un caso diferente. Primero, porque no creemos que su padre termine como villano y segundo, este chavo si sabe operar y aprovechar bien la estructura del poder. Veremos.

 

En fin, por eso recuerden lo que decía el Ponchi  Ruvalcaba,  perro que ladra, seguramente se enteró de un buen chisme. Sale.

 

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