Paula Trespalacios Argain
México es el país del mundo que tiene la mayor diversidad de serpientes, por eso no es extraño conmemorar cada 16 de julio el Día Mundial de la Serpiente, de las cuales en nuestro territorio nacional hay más de 440 especies, como comentó Jorge Jiménez Canale.
El experto en Biotecnología y Herpetología, egresado de esta casa de estudios, aclaró que, de esas poco más de 440 especias, solamente algunas se consideran de importancia médica o peligrosas a la salud en caso de una mordedura.“Aunque para muchas personas estas amigas son el origen de fobias y terror indescriptible, produciendo que las maten y luego pregunten, debemos de considerar lo siguiente: tenemos una serpiente en nuestra bandera nacional. Son símbolos nacionales, y deberíamos de tratarlas como tal”, expresó.
Verano y calor
Confirmó que la temporada de verano es cuando se observa una mayor actividad de serpientes, por lo que es importante considerar que quienes viven en zonas cercanas a cerros, campos, terrenos baldíos y demás, es casi seguro que tendrán algún encuentro con ellas; ante lo que invitó a no entrar en pánico y a aprender a vivir de manera sustentable con ellas.
“Las serpientes son animales que ayudan a controlar poblaciones de roedores como ratas, ratones, conejos, liebres y juancitos, entre otros; en ocasiones de insectos y muchos otros animales, son vitales para el ecosistema, y de manera general, pueden llegar a vivir un largo tiempo; por ejemplo, hay serpientes de cascabel que viven más de 20 años”, compartió.
Propiedades médicas
Sobre las especies de serpientes que sí se consideran de importancia médica porque su veneno es altamente peligroso a la salud en caso de una mordedura, detalló que, se han realizado investigaciones para el desarrollo biomédico, sobre lo que se han publicado artículos de investigación y divulgación en los que se explora el potencial farmacológico de sus venenos.
“Esto sí debe de quedar muy claro, quienes vendan productos de serpientes, dígase polvo, carne y derivados; no tienen ninguna actividad terapéutica, son viles estafas que se aprovechan de la ignorancia. Aunque nuestras investigaciones indican un enorme potencial para combatir ciertas enfermedades, como cáncer de mama y cervicouterino, nos encontramos en etapas preclínicas, por lo que aún nos falta tiempo y experiencia para poder llevarlo a un paciente humano”, advirtió Jiménez Canale.