En respuesta a la reciente imposición de un arancel del 25% por parte de Estados Unidos a las importaciones de acero y aluminio provenientes de México, el gobierno mexicano ha decidido iniciar un proceso de consultas con los sectores industriales afectados. El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció que estas consultas se llevarán a cabo con las industrias del acero, aluminio y automotriz a partir de esta semana, con el objetivo de evaluar el impacto de los aranceles y definir la postura que adoptará México.
Ebrard calificó la medida estadounidense como una "mala idea", destacando la profunda integración económica existente entre ambos países. Subrayó que México actuará con "cabeza fría y firmeza" para lograr la mejor posición posible en las negociaciones, evitando respuestas precipitadas que puedan afectar la relación bilateral.
A diferencia de Canadá y la Unión Europea, que han optado por imponer aranceles recíprocos en respuesta a las medidas de Estados Unidos, México ha decidido no aplicar tarifas espejo de inmediato. La estrategia mexicana se basa en la alta interdependencia económica con Estados Unidos y busca evitar riesgos que puedan perjudicar sectores estratégicos, como el automotriz. EL PAÍS
El gobierno mexicano espera que las consultas con las industrias afectadas proporcionen información clave para las negociaciones con Estados Unidos. Se prevé que una decisión final sobre las medidas a adoptar se tome antes del 2 de abril, fecha en la que podrían entrar en vigor los aranceles anunciados por la administración Trump. EL PAÍS
México, siendo uno de los principales proveedores de acero para Estados Unidos, busca capitalizar el superávit comercial estadounidense para negociar una exención de los aranceles. Las industrias de la construcción, metalmecánica y automotriz en ambos lados de la frontera se verán impactadas por estas tarifas, lo que añade urgencia a la resolución de este conflicto comercial. EL PAÍS
La administración de la presidenta Sheinbaum continúa dialogando con sus homólogos en Washington para resolver esta situación de manera favorable para ambas naciones, priorizando la negociación y el entendimiento mutuo sobre medidas retaliatorias que puedan escalar las tensiones comerciales. EL PAÍS
Este enfoque refleja la intención de México de mantener una relación constructiva con Estados Unidos, buscando soluciones que beneficien a ambos países y minimicen el impacto negativo en sus economías interdependientes.