Nota publicada: 2025-04-16
Emprender no es solo tener una buena idea: es tener el carácter para sostenerla cuando el entorno se vuelve hostil. Hoy más que nunca, en el Día Mundial del Emprendimiento, vale la pena preguntarnos: ¿el se nace con el ADN emprendedor o se hace trabajando?
¿Quién no ha escuchado la frase “eso se trae en la sangre”? Algunos dicen que emprender es cosa de ADN, y quien tiene madera lo muestra desde joven. Otros creen que no importa el origen, sino la práctica y las ganas de crear algo propio. Pero, más allá de eso, hay una verdad: en México, emprender y sobrevivir es una misión que no todos logran.
Día Mundial del Emprendimiento: ¿tienes el ADN emprendedor?Las razones son muchas: falta de apoyo y financiamiento, entornos económicos complejos, inseguridad y trámites interminables. Estos obstáculos plantean una pregunta: ¿el ser emprendedor/a se trae de nacimiento o es algo que se construye a través del esfuerzo y las caídas?
“El emprendimiento es una muestra de determinación, pero no basta con una buena idea; es necesario esfuerzo, aprendizaje constante y resiliencia para avanzar en entornos desafiantes. El verdadero motor del emprendedor está en su capacidad para adaptarse, persistir y encontrar soluciones frente a las adversidades. Estas cualidades, lejos de ser innatas, se cultivan con el tiempo”, afirma Juana Ramírez, Presidenta del Consejo Directivo de la ASEM.
En línea con lo anterior, datos de la Radiografía del Emprendimiento en México 2024 de la ASEM revelan que, en el país, el 40% de las y los emprendedores inicia su negocio por necesidad; el 26.2% lo hace para aumentar sus ingresos y el 14.6% porque no tiene empleo, lo que evidencia que, en cualquier circunstancia, la resiliencia y la capacidad de reinventarse son claves para transformar los desafíos en oportunidades.
De hecho, el deseo de superación personal y profesional (26.9%) y la capacidad de identificar oportunidades de negocio (26.7%) son motores del emprendimiento.