• Hermosillo, Sonora, México a 2025-04-28  |  Año 29 No. 11    

El Papa que quería ser médico


Nota publicada: 2025-04-28

El Papa que quería ser médico.

 

Tras completar sus estudios de secundaria y graduarse como técnico químico, Jorge Mario Bergoglio, le anunció a su madre Regina que quería ser médico. Regina se alegró por la noticia y le acondicionó una habitación en la terraza de su domicilio del barrio de Flores (en la Ciudad de Buenos Aires) para que pudiera estudiar tranquilo. Sin embargo, tiempo después, cuando ingresó para limpiar el cuarto, se topó con una sorpresa: libros de teología y filosofía en lugar de textos de anatomía.

 

El Papa de la gente (Aguilar, 2013), de la periodista Evangelina Himitian. Quizás anticipaba dos compromisos o miradas que marcarían la vida de Bergoglio, quien falleció en la madrugada de este lunes 21 en Roma luego de 12 años de papado: su fuerte vocación pastoral y su mirada de la medicina como una profesión noble que permitía ayudar y acompañar a quienes más sufren. En 2019, durante una reunión con médicos católicos, recordó que las primeras comunidades cristianas presentaban a menudo a Jesús como un "médico", por su atención constante y compasiva hacia quienes sufrían todo tipo de enfermedades. "Ustedes son llamados a estar cerca de los que pasan por momentos de prueba a causa de su enfermedad. No se puede curar ni ser curado sin esperanza. En este sentido todos estamos necesitados y damos gracias a Dios que nos da esperanza, pero también estamos agradecidos a quienes trabajan en la investigación médica, la cual ha logrado grandísimos avances en los últimos cien años", les dijo, según consignó Vatican News. Bergoglio debió interactuar con médicos desde muy joven, quienes le salvaron la vida al menos dos veces antes de cumplir 45 años. Cuando tenía 21, según recordó en una entrevista con el médico y periodista Nelson Castro para el libro La salud de los Papas (Sudamericana, 2021), tuvo un cuadro febril durante una epidemia de gripa que tuvo una "evolución tórpida". Un eminente especialista en neumología al que denominó como "doctor Zorraquin" (quizás, el Dr. Victorio Aracama Zorraquin, destacado cirujano torácico de la época) encontró tres quistes en el lóbulo superior del pulmón derecho, así como un derrame pleural bilateral que le producía dolor y dificultad respiratoria.  Y aunque inicialmente le realizaron punciones pulmonares, le anunciaron que debían extirpar el lóbulo afectado porque existía la posibilidad de una recaída. "No es que no estuviese preocupado, pero siempre tuve la convicción de que me iba a curar. La operación fue una gran operación. La cicatriz de la incisión quirúrgica que me hicieron va desde la base del hemitórax derecho hasta su vértice. Se debió hacer mucha fuerza. Por eso, al recuperarme de la anestesia, los dolores que sentí fueron muy intensos", evocó el Papa. Sin embargo, aseguró que en los años posteriores nunca experimentó disnea o fatiga que restringieran sus actividades. El segundo episodio de gravedad ocurrió en 1980, cuando Bergoglio, entonces un "cura sin recursos" de 44 años, tuvo una colecistitis aguda que evolucionó a gangrena vesicular y peritonitis. El cirujano que lo operó, Dr. Juan Carlos Parodi, recordó esa intervención "Fue una cirugía difícil que duró casi 5 horas, pero al cerrar el abdomen lo hice convencido de que el cura iba a sobrevivir", recordó el Dr. Parodi. En 2014, Francisco recibió al cirujano con su esposa en el Vaticano y le agradeció aquella intervención.

 

El historial clínico más reciente de Francisco incluye una gonalgia crónica (dolor de rodillas) que dificultaba su movilidad, la extirpación de 33 cm de su colon en 2021 (por una estenosis diverticular) y una cirugía abdominal el 2023 para eliminar tejido cicatricial y reparar una hernia abdominal, además de caídas domésticas. Pero su peor crisis de salud y hospitalización más extensa la tuvo desde mediados de febrero de este año, por un cuadro inflamatorio pulmonar derivado de una neumonía bilateral que se complicó con una crisis asmática aguda, e insuficiencia renal leve. En algún momento, los médicos que lo atendían consideraron suspender el tratamiento para que pudiera morir en paz, declaró a Corriere della Sera el Dr. Sergio Alfieri, del Hospital Fondazione Policlinico Universitario Agostino Gemelli de Roma, Italia. Por esos días, el Papa autorizó la canonización de un médico, el primer santo venezolano, el Dr. José Gregorio Hernández. Finalmente, tras 38 días, el Papa fue dado de alta y dejó el hospital el pasado 23 de marzo, aunque se anticipó que su recuperación sería larga. Este Jueves Santo, tras encontrarse durante 30 minutos con reclusos de una cárcel romana, cruzó breves palabras con periodistas. ¿Cómo está viviendo esta Pascua distinta, por la convalecencia?, le preguntaron. "Vivo esta Pascua como puedo", respondió. El domingo 20, participó de la misa de Pascuas desde el balcón de la basílica de San Pedro. Sería su última aparición pública. El santo padre falleció a las 7:35 de este lunes (hora de Roma), aunque todavía no se informó oficialmente la causa del deceso.

Dr. César Álvarez Pacheco 

[email protected] 

@cesar_alvarezp 

Huatabampo, Sonora

 



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