Nota publicada: 2025-01-14
Beatriz Espinoza
La sensación de inseguridad que la gente percibe en el país y el clima de violencia que impera en algunas regiones no solo afectan a la actividad económica sino a todas las actividades que día a día realiza la población en el trabajo, el hogar y hasta limitan nuestras decisiones para acudirá a espacios recreativos.
Así lo manifestó el profesor-investigador del Departamento de Estudios Económicos de El Colegio de la Frontera Norte, Salvador González Andrade al platicar de los impactos del crimen y la violencia en la economía mexicana en la emisión del programa “Economía y sociedad”, que produce el Departamento de Economía y transmite a través de Radio Universidad.
González Sánchez fue entrevistado por Oscar Antonio Castro Molina y Maveth Patricia Romero Gamboa y compartió algunas precisiones sobre el tema desarrollados en sus investigaciones relacionadas a las líneas del crecimiento económico, infraestructura, criminalidad, género, mercado laboral, migración internacional y pobreza, entre otros.
“El clima de violencia e inseguridad afecta de manera muy, muy importante a las personas, a los hogares, a las familias, pero sin lugar a duda, también afecta a las empresas y a la actividad económica del país”, aseguró.
Añadió que la actividad delincuencial y criminal incrementa los costos de la actividad económica pues, primeramente, perjudican a la inversión privada y desvían los escasos recursos del gobierno federal al fortalecimiento del sistema policial en lugar de fomentar la actividad económica.
Señaló que, incluso, los números oficiales de la delincuencia afectan en los valores de producción, considerando que el crecimiento de la economía depende del Producto Interno Bruto (PIB) del país y sus regiones, pues estos índices nos hablan también de la generación de empleos, la generación de ingreso para los trabajadores y la generación de riqueza para los empresarios.
“SI hablamos de toda la inseguridad en México, repercute en costos muy altos para la economía pues se generan muchos costos directos y muchos más indirectos que son los costos intangibles como el miedo a salir a divertirse, como mencioné anteriormente”, puntualizó.
Obliga a otras inversiones
Si existe inseguridad, precisó, tenemos que invertir en diversas áreas para buscar mejorar nuestra seguridad en el hogar, en las empresas, en los sistemas de vigilancia, en contratación de servicios de seguridad, etcétera, etcétera.
Recordó que hace apenas unas dos décadas, la violencia, criminalidad, inseguridad en México no estaba generalizada y no afectaba a casi todos los hogares, a casi todas las empresas, o a casi todas las familias en el país.
Señaló que entre los delitos que más afectan el desarrollo económico están los de mayor incidencia e impacto como son la extorsión a las personas y a las empresas, el robo o asalto de mercancías, dinero, insumos o bienes, sin dejar de considerar el llamado robo hormiga, además de los actos de corrupción, fraude, daño a instalaciones o maquinaria y equipo, entre muchos otros.
“Según el INEGI, desde hace un par de años, la extorsión representa alrededor d4el 29% de los costos para la economía, así como los robos, asaltos un 20%; el robo hormiga representa el 13% de gastos para las empresas, la corrupción un 11%, el fraude 10% y el robo de mercancías en tránsito, alrededor del 7%”, detalló.
El doctor en economía señaló que se han analizado y estudiado cuáles son las causas que originan los delitos ya que hay una serie compleja de motivos que las originan y, según la ONU, tienen que ver con desajustes sociales.
“Las altas tasas de pobreza y de desigualdad en la sociedad pueden orillar a algunas personas a dedicarse a actividades ilícitas como un subsistema político, la escasa legitimidad del Estado y los conflictos armados y si hay ineficiencia en los sistemas policiacos y de justicia penal, pues entonces las tasas de delitos son mayores, más altas”, consideró al señalar que es realmente preocupante el crecimiento desmedido de las drogas sintéticas y la reciente aprobación del consumo de marihuana en el país que evidentemente dejan más ganancias al crimen organizado.
“Creo que en general, la sociedad reprueba la violencia salvo algunos sectores mínimos que alaban o viven de esos frutos de la delincuencia, por lo tanto, sería un gran reto para el pueblo de México, generar más empleo para que los migrantes que seguramente regresan o lleguen al país puedan generar su propia economía.
Además, consideró de gran relevancia que, los gobiernos de Estados Unidos y México creen propuestas y estrategias conjuntas para atender la violencia y la inseguridad que son un problema en común.